Las incrustaciones dentales, son un tratamiento para restaurar las piezas dentales que se han puesto de moda en los últimos años, pero que se vienen utilizando en odontología desde hace muchos años. Este auge es debido a nuevos materiales estéticos y técnicas de adhesión, que permiten pegar al diente restauraciones en materiales estéticos más grandes y más resistentes.
Las incrustaciones son arreglos o restauraciones de diente "parciales", es decir que se utiliza en piezas dentales que han perdido parcialmente su anatomía. Estas pérdidas parciales de su estructura pueden ser ocasionadas por caries, fracturas, restauraciones antiguas en mal estado, etc.
Antes y después restauración con incrustación dental
Las incrustaciones se realizan solamente en dientes posteriores, es decir molares y premolares (en dientes anteriores se realizan las "carillas dentales").
Están indicadas cuando la destrucción de la muela es tal, que ya no se puede restaurar con un arreglo tradicional utilizado en una caries, ya que, si se realiza con este método, existen altas posibilidades de romperse la pieza dental y ser necesario su extracción. También, al ser una reconstrucción de grandes proporciones, puede poseer una función y anatomía deficiente llevando a recidivas de caries o empaquetamiento de comidas generando inflamación y dolor de la encía.
Como explicamos, la incrustación es una restauración de la pieza dental afectada en forma "parcial", en cambio, la corona dental de cerámica es una restauración de la pieza dental en forma "total" y se realiza cuando la destrucción afecta todas las caras del diente.
Habitualmente se realizan en dos sesiones en el consultorio odontológico:
1) En la primera sesión se elimina la caries o arreglo en mal estado, se "sella" internamente la cavidad ya limpia con un material resinoso y luego se le da forma con una planimetría adecuada. Luego se toma una impresión (molde) de dicha cavidad y de los dientes vecino a la pieza dental afectada como también el molde de los dientes antagonistas u opuestos para saber cómo muerde el paciente. Estos moldes son enviados al Técnico dental quien va a confeccionar en un material de resina o cerámica la incrustación.
2) En la segunda sesión, con la incrustación realizada por el técnico ahora en manos del odontólogo, es probada en la cavidad y si cumple las especificaciones requeridas, es adherida o pegada a la pieza dental.
Incrustación en modelo antes de ser pegada en la muela
Las incrustaciones actuales son realizadas en materiales estéticos similar al color del tejido dental. Pueden ser de resinas o cerámicas.
La durabilidad depende de varios factores: la extensión de la reconstrucción, el tipo de mordida, hábitos del paciente (higiene, consumo de alimentos, etc), bruxismo, etc.
Igualmente, se podría decir que una incrustación dental debería durar un promedio de 5 años.
Cabe mencionar, que es muy importante un control periódico de toda restauración para prologar su vida útil.
Mariano N. Castor
Odontólogo
M. P. 1577
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